Galardonada con el Premio Nadal 1976, esta novela alcanza, la virtuosidad del clásico que explica, adelantándose en el tiempo, la zozobra de una sociedad que sigue atrapada por el miedo y que descarga sobre todos sus días la violencia.
Si hay una forma insólita de leer un libro es durante un secuestro; así es como el industrial Lizárraga lee El Capital mientras en su mente forcejean la amenaza de un futuro incierto y la reflexión sobre un pasado laborioso.
Mientras tanto, alguien intenta reconstruir su biografía entrevistando a cuantas personas le conocen. El contrapunto del monólogo interior con el lenguaje coloquial del magnetófono muestra la complejidad y contradictoria personalidad de un hombre que encarna en sí mismo todo lo que fue el proceso de industrialización del País Vasco, un proceso que condicionó y aún condiciona a escala nacional conductas personales, económicas y políticas.
Destino, 1997
Alianza, 2001
Premio Nadal 1976